jueves, 3 de diciembre de 2009

Prófugos.







Eran casi las tres y media de la tarde, yo sabía que pronto había que escapar de las puertas del colegio... De reojo miraba a don Clark que también estaba atento a la jugada, teníamos tantas cosas que decirnos y se me apretaba el estómago solamente al saber que debia enfrentar de una vez todos mis temores....Ya sé...ese miedo al rechazo que tanto me cuesta superar, pero basta...de una maldita vez me iba a tirar a la piscina y decir todo este tumulto de cosas que siento por él.... Ay don Clarck!...no sabes cuanto me haces soñar!!.

Creo que el reloj se gastó de tanto mirarlo...don Clarck con un gesto de esos que esperaba de marzo me dice que es hora de partir... nerviosa echo un par de cosas en la cartera y me despido como si nada, mientras el resto seguía en el laburo....Cuando llegamos al estacionamiento me dice: Dígame...dónde me va a raptar y yo colorada como tomate dije: Juntémonos en el estacionamiento del mall y de ahí vemos lo demás (Para mis adentros no sabí a donde llevarlo...dónde buscar un lugar mágico para que conociera a realmente a Victoria... que es más Elisa Montt que Victoria, que a veces se divierte tanto al escribir la espera que algún día su Clarck Kent la rescate de estas líneas... Llegué al estacionamiento y le dije: Bueno... yo dejaré mi auto estacionado aquí y nos vamos en el tuyo... ¿Te tinca ir al parque?... Bueno!, me contesta con ese tono seriecíto que me mata y yo me subí toda feliz y partimos...

A mitad del camino me dice: ¿Y si vamos mejor al San Cristóbal?... Buena idea!...Te apoyo! y él rapidito cambió de pista y nos fuimos derechito a la misma punta del cerro (Sí... suena extraño, pero por allá andabamos). Llegamos y nos comprámos un par de bebidas y nos pusimos a caminar, había de esas regaderas tirando agüita (Me acordé del baile del Willy Sabor...que risa!) y entre risas lo empujé y quedó todo mojado... en menos de 5 minutos cobró venganza y también quedé empapada.... Es increíble que nos comportaramos como cabros chicos... Nuestros alumnos nunca se imaginarían que La profe de Historia y el profe de Matemática también se divertían como péndex de 15. Después de un rato nos sentamos bajo un árbol y con todos mis nervios y el nudo en la guata le dije: cierra tus ojos... no te besaré...aún no...pero déjame contarte un cuento... Poco a poco le fuí contando de Elisa Montt y su amor por don Clarck... desde marzo observándo cada uno de sus movimientos, amando cada detalle de su espacio... Delineando en el aire su sonrisa de gatito y todo lo que alguna vez he escrito en este blog... Cuando él abrió sus ojos lo sentí tan mio como nunca...ya ni me daba miedo a su respuesta..me sentí valiente...sentí que la respiración volvía a mi y se hacía cada vez más lenta y suave...miré mi reloj...eran las 7:10 de la tarde... sentí que si no hacía algo me arrepentiría para el resto de mi vida... De a poco me acerqué hasta que le dí el beso más suave que ustedes puedan imaginar...prometo que no pasaron 5 segundos cuando el me abraza y con su mano me acerca de una manera tan intensa recostandome en el pasto... Me besó...me besó tantas veces como la caricias de sus manos entrelazadas en las mias... Me besó por horas... me miró a los ojos y continuaba buscando mis labios...Me beso el alma, transformando todo en mi... Estuvimos hasta las 9... Santiago comienza a oscurecer...volvimos al estacionamiento a buscar mi auto... y allí fueron muchos más besos...
No sé que suceda ahora... no lo sé... Solo siento que Elisa Montt ayer voló por los cielos de Santiago en los brazos de su amado Clarck Kent...