El hermano de Roberto (mi alumno) fue acuchillado hace una semana, tenía 18 años, pero demostraba en apariencia unos 15 o 16...no más. Consolar a un niño de 10 años es tremendamente difícil, sobre todo cuando abre sus bracitos delgados y se aferra a ti, más difícil es calmar a los otro 43 niños de 10 años que lloran amargamente por lo que le sucede a su compañero de curso...su compañero de juegos, socio...amigo. Eso es lo que me ha pasado en este último tiempo, creo que es una muestra de que a veces nos quejamos de situaciones que vivímos o no vivímos (Quizás yo soy un ejemplo de esto), pero a la vez esto también es una gran experiencia, en donde uno valora más lo que tiene y se siente con más fuerzas que nunca...asi es, hoy me siento con más ganas que nunca de vivír...y no de empezar todo de nuevo, sino de retomar lo vivído y agregar más situaciones a mi vida.
Los niños de mi curso cada día me sorprenden y eso hace que de algún modo piense que hice un buen trabajo con ellos... Soy una persona capaz de entregar amor...estoy viva...Puedo dar seguridad a otros.
Hay una sorpresa... Quizás alguien también sea capaz de entregarme amor a mi... tal vez, pero lo que no puedo negar, es que ahora me siento capaz.... Ya quiero y siento seguridad de dejar que aquel entre a mi vida... Ya me hace feliz!.
jueves, 11 de diciembre de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
5 comentarios:
Me alegro niña, a veces nos tiene que pergar con un palo en cabeza para salir del letargo...un abrazo, cuidate.
Romonte
solo los dolores fortalecen y mutan la indiferencia en la valorización de la vida ...
HUmanos somos, cargando lo bueno y lo malo de nuestros dìas.
Lo nuestro contrastado con el entorno.
Eres unidad emocional, en ese àmbito de alumno maestro. Y ves crecer sus emociones, le ayudas a entender, renacen en ti...
***
Dando vida, cobras vida tu misma; tambièn el renacer te corresponde a ti.
***
Cariños a ti.
Marco.
Buen ejemplo dan esos chicos...
eso le falta a nuestro mundo adulto, un poco mas de unidad y entrega....
un abrazo linda
MOnchito
Trilce, amiga mia, son tantas lunas las que han visto nuestro alejamiento. Pero hoy he vuelto a acercarme a ti, a tus letras, y al sinfin de emociones que ellas encierran.
Cumples a cabalidad la verdadera misión del maestro, mi reconocimiento por ello.
Que estas fiestas llenen tu vida de amor y paz.
Bendiciones para ti, para tu familia y para tú tierra.
Con mucho amor...
Publicar un comentario